Shidoshi Ho Juanmi – Septiembre 2012
Los últimos coletazos del mes de agosto nos dejaron el dojo mermado por las ausencias típicas de las vacaciones de verano. Los pocos que quedábamos nos calzamos el kimono, las tabis (quien las tenía) y las ganas de entrenar para ir a un sitio que para mí es muy especial.
Torrejón no ofrece demasiados espacios que recuerden a la Naturaleza en estado puro pero, buscando, uno acaba encontrando…
Cuando llegamos al lugar en cuestión, los recuerdos fluían en mí como una corriente eléctrica. Recuerdos de cuando estudiábamos y entrenábamos para nuestro examen de cinturón negro, hace unos pocos años. Recordé las manos doloridas por los pinchos, la espalda resentida por rodar en el duro suelo, los kimonos manchados por la tierra seca, el sudor y las picaduras de mosquitos.
También recordé el sentimiento de unidad y el cariño que nos profesábamos los unos a los otros. Compañeros de batallas tanto internas como externas. Una piña unida con un solo fín. El entrenamiento. Recordé nuestras sonrisas durante, y al final de cada entrenamiento y las ganas que quedaban de volverlo a repetir, a pesar de todo.
Por eso quise revivir con mis chicos todo aquello.
Corrieron, saltaron, sudaron, se mancharon…
Pero sobre todo VIVIERON y experimentaron lo que es un entrenamiento al aire libre, codo con codo con la Naturaleza, dejando que los árboles fuesen su guía, que la noche fuese su manto y que la Luna fuera la única luz.
Por un momento cerré los ojos y traté de imaginar cómo serían esos entrenamientos hace tantos años en los que tanto Pedro, como su Maestro Pedro Fleitas, como Hatsumi Sensei salían al campo a entrar en contacto con la Madre Naturaleza.
Tras abrirlos, la única sensación que tenía era la de volverlo a repetir. Y los abrazos y sonrisas de los chicos me daban la razón.
Repetiremos, pues.
BUFU IKKAN!!
1/10/12 at 15:00
Grande hermano, esto me recuerda lo bonito de entrenar fuera de las cuatro paredes del DOJO. Donde todo cambia y cualquier cosas por insignificante que sea hay que darle su importancia, ajajajaj